METODOLOGÍA AGILE
La metodología Agile pretende privilegiar a los individuos y su interacción sobre procesos, a la colaboración con el cliente y a la respuesta ante el cambio sobre el seguimiento de un plan, entre otros términos.
La metodología Agile es una fórmula para el desarrollo de proyectos que necesitan rapidez y flexibilidad para adecuarse a las necesidades del cliente, y siempre está enfocada a mejorar resultados.
En la metodología Agile no se planifica ni se diseña el producto por adelantado, evoluciona basándose en bucles de retroalimentación. Se trabaja por períodos (denominados sprints), que pueden ser de dos o tres semanas, y durante ese tiempo cada miembro del equipo debe ejecutar una serie de tareas. Al final del sprint, se entregan los avances y se comienza de nuevo el proceso. De este modo, el cliente va recibiendo poco a poco novedades y puede ir marcando prioridades o introduciendo cambios.
Estos sistemas son los idóneos para aquellos proyectos que son cambiantes durante su ciclo de vida: la agilidad nos permite rectificar y cambiar las prioridades y requerimientos según los resultados obtenidos durante el desarrollo del proyecto, al mismo tiempo que mejora la experiencia del cliente al estar en constante contacto con el proyecto.
Los beneficios de trabajar en Agile
A diferencia de las formas tradicionales de desarrollo e implementación de proyectos, estas son las ventajas de trabajar en Agile:
1. Versatilidad, orientada a la consecución de objetivos.
2. Reestructuración de acciones
3. Transparencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario