GRUPOS INTERACTIVOS
Es la forma de organización del aula que hoy en día proporciona los mejores resultados en cuanto a la mejora del aprendizaje y la convivencia. A través de los grupos interactivos, se multiplican y diversifican las interacciones a la vez que aumenta el tiempo de trabajo efectivo. Este tipo de organización incluye a todos los estudiantes, contando con el apoyo de otros adultos además del profesor responsable por la clase. En Grupos Interactivos el objetivo es desarrollar, en una misma dinámica, la aceleración del aprendizaje para todos, además de valores y sentimientos como la amistad y la solidaridad.
Para organizar Grupos Interactivos es necesario considerar:
1. Cuántos alumnos hay en el aula, para definir el tamaño y la cantidad de los grupos.
2. El tiempo total disponible para la realización de esa práctica. Por ejemplo, para 5 grupos es necesario 1 hora 40 minutos de clase (20 minutos para cada actividad).
1. ANTES
DIVISIÓN DE LOS ALUMNOS EN GRUPOS HETEROGÉNEOS
¿Cómo? El profesor planifica la división del alumnado en pequeños grupos heterogéneos. Esa heterogeneidad se refiere al nivel de conocimiento, habilidades, género, cultura, lengua, etc. Lo importante es garantizar la mayor diversidad posible en cada grupo. El primer criterio a ser considerado debe ser la competencia y el ritmo de aprendizaje, es decir, debemos asegurar que en todos los grupos haya estudiantes con habilidades diferentes y distintos niveles de aprendizaje. Tras esta primera organización, podemos sumar el resto de los criterios a ser considerados.
¿Por qué y para qué? A mayor número, diversidad y riqueza de las interacciones, mejor aprendizaje. Según la concepción comunicativa del aprendizaje, construimos el concomiento a través del lenguaje y la interacción con los otros; por lo tanto, cuantas más interacciones, mayor aprendizaje. La diversidad de ritmos y capacidades se fundamenta en el concepto de Zona de Desarrollo Próximo de Vygotsky: los niños pueden avanzar más con la ayuda de un adulto o de compañeros más experientes. Y, por fin, la diversidad permite incorporar la inteligencia cultural de todas las personas que participan en el grupo.
PLANIFICACIÓN DE LAS ACTIVIDADES
¿Cómo? El profesor prepara diferentes actividades (una para cada grupo) para trabajar contenidos que hayan sido enseñados previamente. Habitualmente no se introduce un nuevo contenido; sino que son actividades de “apropiación” del contenido que los alumnos tendrán que resolver usando sus saberes, con relativa autonomía. Pueden ser las mismas que habitualmente se trabajan en las clases, como las del libro didáctico, o nuevas propuestas elaboradas por el profesor.
¿Por qué y para qué? Para que la educación sea de hecho una herramienta de transformación social que minimice las desigualdades, es necesario que los grupos más excluidos, así como los de las clases sociales más favorecidas, tengan acceso a una buena preparación académica que enfatice la dimensión instrumental del aprendizaje. Aquello que los alumnos aprenden en la escuela debe prepararlos para vivir incluídos en la sociedad actual. Los Grupos Interactivos privilegian el aprendizaje instrumental y, en ese sentido, son imprescindibles para romper con la exclusión social.
DIVISIÓN DE ACTIVIDADES ENTRE LOS VOLUNTARIOS
¿Cómo? Antes de iniciar la clase, el profesor recibe al grupo de voluntarios (uno para cada grupo), les explica brevemente las actividades que van a realizar, y les ofrece estas para que cada quien elija una de ellas en función de sus preferencias. En este momento se les recuerda su rol dentro de la clase: facilitar que los alumnos realicen las actividades de manera solidaria.
¿Por qué y para qué? La participación educativa de la comunidad – en este caso por medio de los voluntarios– transforma las relaciones y el contexto de aprendizaje de los estudiantes, enriqueciéndolo y potenciándolo. Cuanto más diverso sea el perfil de los voluntarios, más favoreceremos el aprendizaje. Se ejercita el principio de igualdad de diferencias – por el cual todas las personas tienen el derecho de ser y de vivir de manera distinta.
2. DURANTE
En esa etapa de trabajo, los actores involucrados son el profesor, los voluntarios y los estudiantes. Aunque tengan actuaciones distintas, los tres tienen la misma intención: facilitar que todos los alumnos sin excepción alcancen el aprendizaje esperado de forma colaborativa.
PROFESOR
¿Cómo? El profesor explica al grupo, de manera concisa y clara, los objetivos de cada una de las actividades que van a ser trabajadas en el aula. Las actividades comienzan y el profesor circula libremente por el aula, ofreciendo una atención más personalizada a los alumnos, además de apoyar y reforzar el trabajo de los voluntarios.
¿Por qué y para qué? Todos tienen la misma oportunidad de aprender. En los Grupos Interactivos, no se nivelan por abajo ni los contenidos, ni las expectativas sobre los alumnos. El profesor acompaña más de cerca a aquellos estudiantes que, por distintas razones, pueden necesitar más ayuda para alcanzar los mismos objetivos. De esta manera, se asegura la igualdad de oportunidades por medio de la igualdad de los resultados. Todos los alumnos mejoran su rendimiento en las evaluaciones internas y externas.
ESTUDIANTES
¿Cómo? Los estudiantes que participan en los Grupos Interactivos saben que hay de resolver la actividad entre todos. Así, habrá ocasiones en que ellos realizarán las actividades en conjunto y otras en que las realizarán solos. Si bien, siempre, quien termina primero ayuda a los demás. Uno explica al otro, todos incentivados por el voluntario.
¿Por qué y para qué? De esta manera, ocurre la internalización del aprendizaje por medio del lenguaje, el diálogo, la interacción. Se acelera el aprendizaje de todos los alumnos. Los que tienen más dificultades se benefician de la interacción con sus compañeros más experimentados y con el voluntario. Los que tienen mejor rendimiento hacen un ejercicio de metacognición: al tener que verbalizar para compartir el proceso de resolución, se apropian con más profundidad del contenido. Se consolidan los conocimientos adquiridos. Esta dinámica mejora la autoestima académica de todos los estudiantes y la confianza en su propia capacidad. Al mismo tiempo, se desarrollan actitudes solidarias que fomentan las relaciones de amistad.
VOLUNTARIOS
¿Cómo? El voluntario de los Grupos Interactivos dinamiza y potencia la interacción entre iguales. No enseña ni explica; solo facilita la interacción, buscando que los alumnos se ayuden. Sus intervenciones pueden ser, por ejemplo, proponer que un alumno ayude al otro al terminar su actividad; estimular que un alumno cuente a los demás cómo hizo para resolver determinada tarea, etc.
¿Por qué y para qué? Se asegura así la participación activa de todos. Se optimiza el 100% del tiempo de trabajo en el cual el voluntario se encarga de “activar” todos los estudiantes, incentivándolos a ayudarse mutuamente. No hay tiempos “muertos” o perdidos. Se incorpora en cada grupo la inteligencia cultural del voluntario, lo que enriquece el proceso de aprendizaje del alumno. La propia presencia del voluntario aumenta la motivación de los estudiantes.
ROTACIÓN
¿Cómo? Después de 20 minutos, todos los grupos cambian de actividad. Puede ser el voluntario quien cambia de grupo o preferentemente son los estudiantes quienes lo hacen. Cuando la clase termina todos los grupos han pasado por todas las actividades.
¿Por qué y para qué? Las clases son más dinámicas y es optimizado el tiempo de aprendizaje. Los estudiantes verbalizan que “aprenden cuatro veces más”, lo que es coherente con el mejor aprovechamiento del tiempo de aprendizaje. Se practica en todo el momento el diálogo igualitario, en que la fuerza está en los argumentos y no en la posición jerárquica de quien habla. En los Grupos Interactivos todos aprenden a argumentar y a llegar a acuerdos fundamentados en argumentos.
3. DESPUÉS
FINALIZACIÓN
¿Cómo? Una vez que todos los grupos han pasado por todas las actividades, el profesor agradece públicamente a los voluntarios su presencia y, cuando es posible, aprovecha para tomar nota de las impresiones y valoraciones de cada uno de ellos.
¿Por qué y para qué? Se valora la presencia del voluntario dentro del aula y se incorpora su criterio –su contribución se tiene en cuenta en la evaluación de los alumnos–. Eso es importante para la mejora de los resultados y la planificación de otras actividades. Ésta es una puerta de entrada de la comunidad a la escuela, a través de la participación educativa y de evaluación de la que habla el cuaderno Participación Educativa de la Comunidad.